Un buen diseñador gráfico debe tener conocimientos y cubrir muchos más campos de lo que habitualmente se podría pensar. De esta forma no solo debe tener nociones artísticas, si no que debe manejar correctamente el color, la composición, el uso de tipografías, etc… además debe estar actualizando constantemente en cuanto a manejo de programas de diseño gráfico e informarse continuamente de las tendencias que surgen para ir adaptándose a ellas.
Uno de estos aspectos al que no suele dársele toda la importancia que debería y que muchos descuidan es el de la pre-impresión o arte final, es decir, la preparación de nuestros trabajos para ser impresos posteriormente.
Consejos básicos de diseño gráfico para pre-impresión
En diseño gráfico hay que tener en cuenta que lo que vemos en pantalla puede no ser lo mismo que obtengamos al imprimirlo en papel o en cualquier otro material. Al contrario que en diseño web, donde prácticamente todo es posible, a la hora de enfrentarnos a la impresión debemos tener muy en cuenta las limitaciones que el formato físico conlleva.
Cada proyecto de diseño gráfico impreso es diferente y tiene sus particularidades. Así, no es lo mismo imprimir unas tarjetas de visita que imprimir un vinilo para exterior o una etiqueta en tela.
Existen muchos programas que están enfocados a la pre-impresión y que por tanto ofrecen un gran abanico de opciones a la hora de configurar nuestros archivos finales. El paquete de adobe (Photoshop, In Design, Illustrator…), Corel Draw o Freehand MX son solo alguno de ellos.
A la hora de hacer entrega de nuestros proyectos se suelen utilizar archivos en formato tiff para imágenes mientras que para gráficos vectoriales (logotipos por ejemplo) se debrá entregar en formato eps.
El formato pdf por otro lado es muy útil para encapsular documentos que reúnen texto, imágenes y vectores, así como documentos que tengan un número elevado de páginas.
En diseño gráfico la escala de nuestros archivos debe ser siempre 1:1 para evitar sorpresas desagradables y como mínimo de 300 ppp. Debemos mirar mucho qué tipo de imágenes usamos para asegurarnos que todas cumplen este mínimo de calidad.
Un aspecto fundamental en el arte final es el sangrado. Nunca está de más consultar con la imprenta donde trabajemos cuál es el sangrado necesario en cada proyecto, de esta forma nos dirán cuál es el borde que debemos dejar más allá del límite de nuestros documentos o incluso nos facilitarán plantillas que nos ayudarán a cumplir sus requisitos con total seguridad.
Cuando estemos trabajando con textos , es de gran importancia el que los tracemos antes de llevarlos a imprenta. De esta forma estaremos evitando que se den problemas en la interpretación de las tipografías que hemos utilizado.
El arte final profesional
Más allá de estos consejos básicos para el diseño gráfico impreso, existen muchos otros aspectos a valorar que requieren más profundidad y conocimiento (incluso una mayor inversión económica).
Valorar con qué tipo de impresoras vamos a trabajar o utilizar pantoneras adecuadas al proyecto en el que estemos implicados, son solamente algunos de estos puntos.
Por ello desde Inventanova recomendamos siempre dejar el proceso de pre-impresión a profesionales del diseño gráfico y no poner en manos del azar el que nuestro proyecto termine teniendo la calidad que buscamos.
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