Los logotipos son una de las bazas más importantes de una empresa, si conseguimos que nos reconozcan por él, habremos ganado mucho territorio.
A lo largo del tiempo todo cambia, enfoques, tendencias, pensadores… por eso hay que saber qué tipo de logo se amoldará con mayor facilidad con el paso del tiempo. Es una necesidad básica saber otorgarle la importancia que tiene.
La simplicidad juega en este aspecto un papel imprescindible, conseguir decir mucho con poco no es algo fácil. Trazos, tipografía y color deben combinarse para conseguir representar lo que buscamos.
Debemos saber que los logotipos son algo más que un signo gráfico, tiene que reflejar la esencia de la empresa, y no va a poder cambiar sea cual sea el entorno, es mas, un logotipo será muy bueno cuando el paso de los años no le afecte y no quede “obsoleto” pero sin embargo, aunque mantenerlo será la gran clave; debemos estar abiertos al cambio en algún momento concreto, no por eso estamos diciendo que haya que cambiar el logo con cada nueva tendencia.
Aquí tenemos algunos ejemplos que han evolucionado a lo largo del tiempo de manera positiva:
En otras ocasiones cometemos fallos como humanos que somos, y tenemos que echar marcha atrás como en el caso de GAP, que rediseñó su logotipo y tuvo que acoger de nuevo el anterior en poco tiempo pues dicho cambio no fue bien recibido por el público.
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