Innovar en diseño gráfico no es sencillo. Cada vez es más fácil acomodarse en la estructura más “de moda”, en esa ecuación cuya fiabilidad está de sobra demostrada y que puede encaminarnos hacia el éxito de nuestra marca.
De esta forma si hablamos por ejemplo de logotipos, es mucho más sencillo dar con una imagen que resulte atractiva y bien compuesta, que una que realmente innove y aporte un toque creativo dentro del terreno en el que se mueva nuestra marca.