Nunca podríamos asimilar toda la información que nos llega a lo largo del día, acabaríamos exhaustos. La mayor parte de las veces nuestro cerebro pasa por alto información auditiva o visual, sólo nos fijamos en aquello que realmente nos llama la atención. La mayor parte de las veces la publicidad es ignorada, ya que el ser humano de tiene capacidad para procesar todos los mensajes que recibe de ella al día ¡Nos volveríamos locos!