Como sabemos la tipografía en diseño es un elemento fundamental. Hablemos de packaging, diseño de flyers, logotipos o cartelería, una tipografía bien elegida puede dar un giro al resultado final tanto para bien… como para mal.
En diseño web sucede exactamente lo mismo. A la hora de crear una página web debemos cuidar la tipografía tanto como cuidamos las imágenes o la combinación de colores.
Y es que no es lo mismo la tipografía que utilicemos en una página de moda que una para un bufete de abogados, o la tipogafía de un blog personal juvenil que la de una tienda de informática online. La tipografía a utilizar deberá variar según el tema de la web y el enfoque que queramos darle a la misma.
Y no solo es importante la tipografía que usemos en nuestro diseño web, si no también el tamaño y el grosor de la misma. Elegir adecuadamente es un trabajo delicado que requiere de esfuerzo y tiempo, ya que las opciones son muy numerosas.
Legibilidad en el diseño web
Puede parecer obvio, pero la primera característica que deben tener las tipografías que escojamos para nuestro diseño web es la de ser perfectamente legibles.
Cualquier opción que no sea cómoda de leer es errónea. Recordemos que estamos hablando de internet, y aquí el tiempo que cada usuario dedica a una página es muy limitado y escaso. Siempre estamos a un clic de que abandonen nuestro sitio y por tanto no es una buena idea entorpecer la lectura de nuestra página con tipografías intrincadas y de difícil lectura.
Tampoco debemos olvidar que estamos en una época donde en el diseño web priman las imágenes y los textos grandes. Resumir el mensaje en el menor espacio es vital, y si además lo hacemos con tipografías grandes y claras mucho mejor.
Además debemos vigilar otros elementos de importancia. Por ejemplo el interlineado. En este sentido mejor no apurar en nuestro diseño web y regalar un buen espacio entre líneas que no nos obligue a señalar con el dedo para no perdernos entre apretados renglones.
Del mismo modo, hay que tener cuidado con no crear líneas excesivamente largas, con muchos caracteres por línea. Esto agota a la vista y hará que los visitantes se cansen antes de lo que deberían.
Lo más importante es aprovechar la libertad que hoy día nos dejan los navegadores para mezclar diferentes tipografías en nuestro diseño web. Existen infinidad de combinaciones y posibilidades, muchas de ellas introducen impactantes tipografías que no por ello dejan de ser perfectamente legibles.
Como puede intuirse el mundo de la tipografía no se simplifica en la red, de hecho más bien sucede justo lo contrario, ya que son muchos los elementos que debemos tener en cuenta antes de optar por una u otra tipografía, especialmente esa capacidad de atraer la atención y ser claros de un solo vistazo.
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